🪟 Errores frecuentes al ubicar ventanas (y cómo evitarlos)
- riveroworksarq
- 20 oct
- 2 Min. de lectura
Las ventanas son mucho más que simples aberturas en los muros: son los ojos de la arquitectura. A través de ellas ingresa la luz natural, circula el aire y se enmarca el paisaje. Sin embargo, en muchos proyectos —tanto de vivienda como comerciales— se cometen errores en su ubicación que afectan directamente la comodidad, eficiencia y estética de los espacios.

En este artículo repasamos los errores más comunes al ubicar ventanas y compartimos recomendaciones prácticas para evitarlos.
1. Ventanas mal orientadas
La orientación es uno de los factores más determinantes. Una ventana mal ubicada puede generar exceso de calor, deslumbramiento o pérdida de luz natural. Antes de definir su posición, es fundamental analizar el recorrido del sol a lo largo del día. En climas cálidos, conviene reducir la exposición directa al oeste; en cambio, en zonas frías, aprovechar la orientación norte puede mejorar el confort térmico.
Consejo: utiliza herramientas de análisis solar o realiza maquetas de estudio para visualizar cómo incide la luz en diferentes momentos del día.
2. Altura incorrecta
Colocar la ventana demasiado alta o baja altera la ventilación cruzada y la distribución de la iluminación. Una altura estándar recomendada para el antepecho es de 90 centímetros desde el nivel del piso, aunque puede variar según el uso del espacio. Por ejemplo, en dormitorios puede ser ligeramente más baja para aprovechar vistas, mientras que en baños o áreas privadas se eleva para garantizar la intimidad.
3. Tamaño desproporcionado
El tamaño de la ventana debe guardar equilibrio con la superficie del muro y el propósito del ambiente. Una abertura demasiado pequeña limita la iluminación, pero una demasiado grande puede generar deslumbramientos, pérdida térmica o comprometer la privacidad. Una buena referencia es considerar que la superficie acristalada represente entre el 15% y el 25% del área del muro.
4. Falta de relación con el entorno
Una ventana bien diseñada no solo ilumina, sino que enmarca una vista significativa y conecta el interior con el exterior. Ubicarlas sin considerar el entorno puede resultar en vistas hacia muros o espacios poco atractivos. En cambio, una correcta planificación permite aprovechar visuales hacia jardines, patios o paisajes naturales, mejorando la experiencia del usuario y el valor arquitectónico del proyecto.
Conclusión
Cada ventana es una oportunidad para diseñar con inteligencia y sensibilidad. Pensar su ubicación, tamaño y orientación desde las primeras etapas del diseño asegura espacios más confortables, eficientes y visualmente atractivos.
En RIVEROWORKS creemos que la arquitectura comienza en los detalles: y una ventana bien ubicada puede transformar por completo la percepción de un ambiente.
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